Menthe Fraiche
Dejamos atrás el olor característico del azahar, los tonos tostados por la escasez de lluvia o el permanente manto azul que cubre día tras día el antiguo reino de Valencia. Arropados por los montes Jaizkibel, Peñas y La Rhune, salpicados por el Cantábrico y alimentados por el aroma a pino, aya o castaño, cambiamos el poniente por la brisa del Norte. Procuramos desconectar de lo cotidiano, procuramos desconectar de la “crisis”. El periódico de cada mañana te amarga aún más el café recordándote lo mal que están las cosas y el economista frustrado ahora compañero tuyo detrás de una barra te da explicaciones sobre una tal prima de riesgo. Ahora los teletubis conciencian a los más pequeños del chaparrón que les viene encima y mi jefe a la hora de pagar mira para otro lado.
No os preocupéis que para eso están los americanos, ellos lo arreglan todo. Atrás quedaron los gases lacrimógenos y las escopetas de bolas de goma. En época de crisis qué mejor alternativa que inventar un microondas gigante para calcinar a todos aquellos manifestantes que se opongan a las indicriminadas “reformas del gobierno”.
No volveremos a hacer referencia a esta palabra, nosotros hemos conseguido desligarnos de todo lo que nos rodea. ¿Y vosotros?
Polaroid Spectra